Se dice que empleamos aproximadamente un 10% del potencial de nuestra preciada materia gris, y aún haciendo semejante derroche, es inmensamente poderosa. No tenemos la más mínima idea del poder enorme que cargamos sobre los hombros... ¡como lo desperdiciamos! Podría darle más de un interesante enfoque sobre este punto, pero hoy voy a hablar de placer... sólo placer.
Cada vez son más conocidos los orgasmos mentales o, como llaman algunos, neurosexo. Hay quien lo cataloga como sexo minimalista, puesto que "se ve reducido a lo esencial". En él no hay contacto físico autónomo ni compartido, el cerebro es el gran responsable de llevarnos al éxtasis.
Barbara Carrellas |
Barbara Carrellas fue una de las pioneras de lo que en Nueva York llaman "Thinking off". Técnicas en las que la imaginación y la respiración son las responsables de tales explosiones energéticas, que se expanden al resto del cuerpo con resultados idénticos a los de un clímax convencional.
Para ella todo empezó en los años 80, cuando se observó una notoria decaída en la vida sexual de los norteamericanos por miedo a contraer VIH. Con el paso de los años se han ido perfeccionando el desarrollo de estas técnicas, teniendo tanto éxito que recientemente empezó a emplearse en algunas terapias (en consultas de sexología) para personas con lesiones medulares, además de ser utilizadas para el tratamiento de ciertas disfunciones.
Y es que el poder de la imaginación no conoce fronteras. Sólo nosotros sabemos hasta donde queremos o nos interesa llegar, y nada ni nadie puede obligarnos a que sea diferente. Es un mundo en el que sólo nosotros decidimos qué ocurre, cómo, dónde, por qué, y resolvemos como nos apetezca.
Pero esto es un arma de doble filo y más de una vez puede jugarnos malas pasadas, de ahí que sea tan importante trabajarnos desde dentro. Según la psicóloga Sheryl A. Kingsburg, para nosotras "lo que sentimos de nosotras mismas, de nuestras vidas, pareja y relaciones, generalmente se relaciona mucho más con nuestras sensaciones que con lo que sentimos simplemente teniendo sexo".
Pero esto es un arma de doble filo y más de una vez puede jugarnos malas pasadas, de ahí que sea tan importante trabajarnos desde dentro. Según la psicóloga Sheryl A. Kingsburg, para nosotras "lo que sentimos de nosotras mismas, de nuestras vidas, pareja y relaciones, generalmente se relaciona mucho más con nuestras sensaciones que con lo que sentimos simplemente teniendo sexo".
La directora del Institut Clinic de Sexología de Barcelona, Dra. Francisca Molero, explica en más de una entrevista que lo que realmente nos enriquece es permitirnos explorarnos "Es una idea que responde a la integración del cuerpo con la mente. Por algo somos seres integrales".
De ahí que estas técnicas sirvan no sólo para personas con dificultades. De hecho, debería formar parte de nuestra sexualidad. Como todo en la vida, para poder disfrutar en compañía, primero deberías tomarte la molestia de conocerte, explorarte, disfrutarte, descubrirte, y no esperar a que otro(s) lo haga(n) por ti.
Somos el conjunto de un todo y éste es uno más de los aspectos que conforma nuestro yo, por lo que deberíamos vivirlo a plenitud, con naturalidad y como a cada uno de nosotros más nos guste, satisfaga o apetezca. Como somos el conjunto de un todo, cada una de nuestras facetas influye en el resto, de ahí la importancia de trabajarnos en todos los recovecos de nuestro ser.
Cuanto mayor es nuestro autonocimiento, sabemos más cuáles son nuestros puntos fuertes y débiles, necesidades, y gustos (que además irán cambiando a lo largo de la vida), y ello nos lleva a una mayor seguridad en nosotros mismos. Cuanto más seguro nos sentimos, más capaces de disfrutar en plenitud, compartir nuestro cuerpo, deseos, necesidades y comunicarnos con mayor fluidez.
Cuanto más nos conocemos y mejor nos sentimos con nosotros mismos, más plenos y satisfechos, somos capaces de dar más y mejor y ello es un bucle que vuelve a nosotros en forma de relaciones más fructíferas y sanas.
Me atrevería a terminar invitándote a probar la experiencia, si no lo has hecho ya, pero quiero ir más allá y plantearte que no sólo lo hagas contigo sino que pruebes a hacerlo en compañía. Puede llegar a ser una experiencia muy enriquecedora.
De ahí que estas técnicas sirvan no sólo para personas con dificultades. De hecho, debería formar parte de nuestra sexualidad. Como todo en la vida, para poder disfrutar en compañía, primero deberías tomarte la molestia de conocerte, explorarte, disfrutarte, descubrirte, y no esperar a que otro(s) lo haga(n) por ti.
Somos el conjunto de un todo y éste es uno más de los aspectos que conforma nuestro yo, por lo que deberíamos vivirlo a plenitud, con naturalidad y como a cada uno de nosotros más nos guste, satisfaga o apetezca. Como somos el conjunto de un todo, cada una de nuestras facetas influye en el resto, de ahí la importancia de trabajarnos en todos los recovecos de nuestro ser.
Cuanto mayor es nuestro autonocimiento, sabemos más cuáles son nuestros puntos fuertes y débiles, necesidades, y gustos (que además irán cambiando a lo largo de la vida), y ello nos lleva a una mayor seguridad en nosotros mismos. Cuanto más seguro nos sentimos, más capaces de disfrutar en plenitud, compartir nuestro cuerpo, deseos, necesidades y comunicarnos con mayor fluidez.
Cuanto más nos conocemos y mejor nos sentimos con nosotros mismos, más plenos y satisfechos, somos capaces de dar más y mejor y ello es un bucle que vuelve a nosotros en forma de relaciones más fructíferas y sanas.
Me atrevería a terminar invitándote a probar la experiencia, si no lo has hecho ya, pero quiero ir más allá y plantearte que no sólo lo hagas contigo sino que pruebes a hacerlo en compañía. Puede llegar a ser una experiencia muy enriquecedora.