viernes, 8 de abril de 2016

Cuando veas la luz


Cuando veas la luz, no sé si verás tu vida pasar como en una película, si tendrás miedo o si estarás preparad@... pero definitivamente, te arrepentirás. Te arrepentirás de aquellos besos que no diste, los abrazos que te guardaste, el vuelo que no emprendiste, los te quiero que callaste, los impulsos vitales que refrenaste, los trenes que dejaste pasar, el vestido que dejaste sin estrenar a la espera de una ocasión especial... Te arrepentirás.

Como bien dijo Marie von Ebner-Eschenbach "Cuando llega el momento en que se podría, ha pasado el momento en que se pudo". Cada oportunidad es única e irrepetible, pero casi nunca es demasiado tarde para intentar encontrar ese segundo chance. Aunque no lo creas, está ahí, sólo espera por ti. Creemos que viviremos para siempre, pero nuestro tiempo corre como la arena en el reloj. Es nuestro bien más preciado, el mejor regalo que nos da la vida y que podemos dar a quien y a lo que queramos. Si quieres ser eterno, haz de cada momento una vida, así tu vida será un momento. 

No hace falta lanzarse al abismo a ciegas, ni aceptar todo lo que venga porque es una "oportunidad", ni vivir como un caballo desbocado... es aprender a no desperdiciar las realmente valederas, a cogerlas cuando vienen y no dejarlas marchar. Pero, si por el motivo que fuere, así ha sido, entonces aprender a vislumbrar el camino que te lleve a retomarla y luchar hasta conseguirlo. Nada es para siempre, pero siempre puedes volver para encontrar lo que dejaste en el camino, disculparte cuando te equivocaste, continuar lo que dejaste en stand by. "Volver al origen no es retroceder", es otra forma de avanzar, redireccionar el camino... ése que tú quieras emprender. 

Cuando mires atrás, te arrepentirás... Pero también te llenará de orgullo cada error cometido, cada inversión equívoca, cada intento fallido, porque todos ellos te habrán hecho crecer, te habrán enseñado, habrán sido un aporte al conjunto de tu YO. 

Sal, lucha, lánzate... Equivócate, cambia, reinvéntate... ¡VIVE!. Permítete equivocarte. No son errores, son lecciones... oportunidades de enmendarte, crecer, innovar. Caer no es malo, es la razón para volver a levantarse. 

Emprende ese viaje que llevas tiempo deseando, envía esa carta que escribiste y guardas en el cajón, ahorra y trabaja duro por ese negocio de tus sueños. Libérate del peso de tener que hacerlo siempre todo bien. Somos humanos, nos equivocamos, aprendemos y avanzamos. Responsabilízate de tus actos. Haz lo que tengas que hacer, y cuando lo hagas, da lo mejor de ti. Entrégate y vívelo, porque lo único certero que tienes es el ahora. Disfruta ese pastel hipercalórico que está tan bueno, baila hasta que te duelan los pies... y un poquito más, ¿por qué no?; canta con el alma aunque te vean como si estuvieses loc@, abraza porque te sale del alma, y punto; besa con sentimiento, escápate al fin del mundo... Y cuando te equivoques, no te reproches... acepta, aprende, enmienda y avanza. La vida son dos días y a nuestro reloj de arena no se le puede dar la vuelta. 

¡Que tengas un hermoso fin de semana!







No hay comentarios:

Publicar un comentario