viernes, 28 de noviembre de 2014

Querer es poder. La fuerza está en ti.

Son muchas las formas de conseguir lo que quieres. Nadie ha dicho que sea fácil, de hecho, pienso que lo bueno de la vida siempre se hace esperar... se hace de rogar, y requiere esfuerzo. A veces nos cuesta más y otras menos. Son también muchas las formas de hallar inspiración, y hoy voy a utlizar una de ellas. Todos podemos llegar a donde nos lo propongamos. Es nuestra decisión y de nosotros depende que así sea. Sea por el motivo que sea, siempre podemos estar mejor... y quiero ponerte ejemplos con nombre y apellido para que palpes el sabor del éxito producto del esfuerzo constante. Para que cuando sientas que las cosas se ponen difíciles o que "no pueden ir peor", tomes nota y sepas que tú sí puedes. Las cosas siempre pueden ir a peor, aunque suene terrible, pero también a mejor... y de eso se trata. De ir siempre a mejor, sea cual sea nuestro punto de partida... o de continuación. 

El primer ejemplo que quiero darte es el de mi padre. Él es la viva historia de un emigrante, un luchador y un HOMBRE con todas las letras. Como muchas familias españolas, emigró de pequeñito, "cruzando el charco" para el nuevo mundo. Habiendo salido de un pequeñito pueblo de Galicia, fue a desembarcar en una gran capital: Buenos Aires, donde creció, se formó y conoció a su otra mitad, como siempre dice con amor. Aprendió a luchar por un futuro desde pequeñito, y fue lo que hizo pasando por un sin fin de vicisitudes a lo largo de su atareada e interesante vida. Se reinventó en la infancia, en la juventud tras la terrible pérdida de su madre, tras 2 emigraciones más (en la adultez y la madurez) y ahora lo hace tras haber perdido a la mujer de su vida, su gran amor y la mitad de su ser, y ayudándome a salir adelante a mi. ¡Es increible! Su fuerza, su entereza, su dulzura y su amor son infinitos. Pero sin dedicarme a deshacerme en halagos, porque no terminaría nunca, quiero transmitirte que bajo ningún concepto se dió por vencido. Él ha luchado ante situaciones muy duras, algunas extremas, y ha salido adelante siempre. Lo hizo por él mismo, y también lo hizo (y hace) por amor y por un himno a la vida. Él siempre, desde pequeña, me ha dicho "Laurita... un día de sol no hace verano, hace falta constancia, perseverancia"... y es así. Las cosas no se consiguen de un día para otro, hace falta mucha fuerza de voluntad.

Una amiga llegó a mi vida y la de mi familia para demostrarnos que no todas las concidencias son casualidades y que todo ocurre por una razón de ser. Una joven preciosa, inteligente, trabajadora, muy responsable. Una persona de armas tomar, fuerte como el roble y llena de vida. Una chica que con tan sólo 23 años le tocó la durísima tarea de luchar contra el cáncer... y de qué manera. Olé, Laura Moya!!! Una guerrera que se aferró a la vida y hoy la disfruta como pocos. Viviendo, literalmente, cada instante. Saboreando la vida en cada sorbo. Acabando su segunda carrera y con una sonrisa que no se le borra ni aún entre lágrimas. Ella luchó durante meses por la vida; luchó con uñas y dientes... y ganó... ¡y tanto que ganó!

Otra buena amiga de la infancia, Karla. Una chica muy inteligente, guapa, extrovertida, echada para adelante y muy divertida. Estudió dos carreras y no encontraba trabajo de lo suyo... una historia como muchas hoy en día en España. No estaba dispuesta a perder su tiempo y esfuerzo de tanto tiempo. Hizo sus maletas y se fue a Inglaterra. Al principio fue muy duro, como siempre, como toda emigración. Encontró trabajo pronto, pero obviamente no de lo suyo. Empezó de muy abajo, y poco a poco, con mucho sudor en la frente fue encontrando cosas mejores. Hoy lleva casi 3 años en Inglaterra y hace ya tiempo encontró un trabajo excelente. Está siendo bien remunerada y se siente satisfecha y feliz. Pero no es feliz "ahora", fue feliz en cada paso del camino porque iba recorriendo el sendero que le llevaba a su meta. Para no fue fácil, pero consiguió una más de sus metas y el esfuerzo valió la pena.

Marisa Cortés. Otra de esas personas que la vida te pone como un verdadero regalo. Esta mujer es una guerrera nata. Perdió a su madre con tan sólo 13 años, después de una dura batalla contra el cáncer; y 10 años después a su hermana, quien dejaba tres preciosos retoñitos que pasaron a ser como sus propios hijos. Casi 3 años más tarde trajo al mundo al primero de sus 3 hij@s. y 11 años más tarde se divorciaba. Con este panorama, más de uno habría visto el vaso medio vacío, pero ella luchó como no está escrito. Fue (y es) una leona que, con el paso del tiempo y mucho esfuerzo, fue  reconstruyendo su vida. Se volvió a enamorar, y tiene a su lado un marido maravilloso que la cuida y la trata como la reina que es; Que quiere a sus hijos como suyos y que lo da todo por ellos. Ella hoy es otra guerrera más que lucha conmigo de la mano - aunque en la distancia- con esta terrible enfermedad. Es una madre increible, una mujer estupenda y una amiga como pocas. Ha reconstruido su vida más de una vez, y está en ello de nuevo. Luchando por la vida y a la vez moviendo cielo y tierra para sacar a su familia adelante. Tu quieres, Marisa, y ahí radica tu fortaleza. Vamos a salir de ésta y, como siempre me dices, nos vamos a reir de nuestras historias de hoy tomando un café... como en las viejas épocas, amiga mía. 

No podría continuar sin antes mencionar a, para mí, la más grande de todas: mi madre. Si bien tuvo una infancia de ensueño, después de faltar su padre siendo ella una niña, le tocó lidiar con una adolescencia y juventud muy duras. Todo sería poco para medir su fortaleza. Con tan sólo 18 años empezaba la universidad y a la vez trabajaba como una campeona y reconstruía un hogar junto a mi abuela. Tal fue su lucha y su valor como mujer, estudiante y trabajadora que consiguió ser la primera mujer jefa de compras en el grupo DuPont en Argentina. Acabando la primera de sus dos carreras conoció al amor de su vida, quien diera luz y calor al resto de sus días: mi padre. Su gran esfuerzo tanto en lo personal como en lo profesional dieron como resultado inmensas satisfacciones. Llegar muy lejos en lo profesional y ser muy dichosa en lo personal. Si bien la vida la golpeó fuertemente más de una vez, ella se levantó las veces que hicieron falta y nos enseñó que lo último que se pierde es la esperanza; Que siempre hay que luchar, tener objetivos que cumplir, metas que alcanzar y sueños que realizar.


Como éstas, hay muchas historias... tantas como personas sobre la faz de la tierra. Todos "llevamos nuestra cruz", tenemos nuestras luchas, nuestras caidas y nuestros dramas personales. Es sólo cuestión de QUERER. De tener motivos para luchar y emprender el camino. Serán muchas, a veces, las piedras que se te presententen y te obstaculicen pero no por ello debes deternerte. Debes seguir y perseverar aún cuando sientas haber perdido las fuerzas... porque es entonces cuando más te conocerás, cuando te darás cuenta que lo que tu considerabas tu límite es tan sólo tu punto de partida. 

Cada vez que pienso en esto, recuerdo cuando mi hermano estaba en la academia militar y me contaba de sus anécdotas en el ejército. Cuando salían de maniobras varios días, volvía delgado, ojeroso, hambriento y agotado... pero era imposible borrarle esa sonrisa tan particular. Nos contaba con gran satisfacción cómo había llegado a verdaderos límites de agotamiento y cómo estas prácticas le habían enseñado que cuando creémos estar llegando a nuestro límite es cuando más y verdadera fuerza tenemos. Es como cuando entrenas: Llega un punto en el que sientes que no vas a poder más, que deberías parar.. pero te esfuerzas, sigues y pasas esa "barrera" y entonces te das cuenta de la energía que tienes y de lo mucho que puedes aguantar aún... te vigorizas.

En conclusión, y para no hacerme muy extensa: Somos mucho más de lo que pensamos y podemos mucho más de lo que nos imaginamos. Un músculo no se hace grande y vigoroso por obra y gracia del Espíritu Santo, sino porque entrenas duro y te alimentas apropiadamente. De la misma forma que la fortaleza no viene por sí sola, la forjas tu. La entrenas a diario con las pequeñas cosas y la pules en las grandes batallas. 

Buenas noches y gracias por leerme. Recuerda que también puedes seguirme en:
Facebook: https://www.facebook.com/tuquieresypuedes
Twitter: @tukieresypuedes 

No hay comentarios:

Publicar un comentario