miércoles, 12 de noviembre de 2014

El cáncer como familiar y como paciente.

Hace unas semanas te hablé de la importancia de la aceptación, el primer paso y encendida de motores; Te hablé de cuidar primero de ti para así después poder cuidar de los demás; De reordenar y descartar todo aquello que desbalancée negativamente tu vida. Hoy quiero hablarte de cáncer y de las dos caras de una misma moneda: el familiar y el paciente. Para bien y para mal he sido (soy) las dos cosas.

Fui familiar por mi madre y con ella aprendí mucho. Hice todo lo que te recomiendan y lo que no. Desde buscar toda la información que consiguiese en Internet hasta pedir ayuda profesional. Si mi experiencia puede servir para que alguien que esté pasando por esto o algo similar lo lleve lo mejor posible, habrá valido la pena.

Como familiar y como enfermo se pasa por muchas etapas en poco tiempo, y a veces éstas se repiten. Es una montaña rusa de emociones durante el proceso. En mi caso te puedo contar que mi experiencia como familiar, en resumen, fue la siguiente: Al principio, después del shock de la noticia, entras en una fase de cierta angustia en la que tanto la falta de información como el exceso de la misma pueden ser tus tus enemigos. Dada la falta de información que se vive durante el proceso, sobre todo al principio, recurrimos a "San Google", revistas, prensa, libros, conocidos y conocidos de conocidos. No te digo que no busques información, pero sí -y con experiencia-  que no te satures de ella. Es importante que tus fuentes sean fidedignas y no te quedes con dudas. Si lo que averiguas, no satisface tu necesidad, pregunta... pero pregunta al oncólogo. Durante todo el proceso irás sabiendo poco a poco, paso a paso. 

Luego de varias subidas y bajadas, llega la aceptación y con ello se hace más fácil avanzar... si así lo deseas. Puedes echarte a morir o puedes luchar y apoyar a ese ser querido en todo lo que necesite. Vas a necesitar armarte de paciencia, fuerza y mucha voluntad. Un paciente de cáncer no es siempre la persona que tu conocías. Su personalidad se ve en cierta forma afectada, no sólo emocionalmente por lo que le ocurre y por  cómo cambia su vida, sino físicamente. Se siente disminuid@ tanto en su aspecto físico como en su energía, y la acumulación de químicos en el cuerpo afectan - y mucho - a su estado nervioso (además de los efectos secundarios conocidos, como náuseas, caída del cabello, etc). Es entonces cuando esa persona te necesita más que nunca. 

Son muchos los factores que le afectan,  pero también a ti. Con anterioridad hablé de que para cuidar de los demás primero debes cuidar de ti, pero entonces lo enfoqué como enfermo. Ahora tú, como familiar debes tener presente lo mismo. La vida del enfermo cambia, pero la tuya, como familiar, también cambia... y mucho. Si le acompañas al hospital vives muy de cerca todo el proceso , te ves más compenetrado y ves casos similares y peores a su alrededor. Él /ella necesitará de tus cuidados, y ello conlleva tiempo, esfuerzo y desgaste tanto físico como emocional. A eso hay que sumarle la preocupación constante en la que vives hasta que no recibes la noticia de que realmente está todo bien. Como familiar (y hoy te lo digo siendo la enferma) necesitas mantener, en la medida de lo posible, un poco de espacio para ti. Esto será doblemente beneficioso: tu estarás mejor y, por ende, podrás cuidar mejor. Intenta descansar, alimentarte bien, hacer algo de ejercicio -si puedes-  o desconectar de alguna manera... así sea salir a dar una vuelta 20-30 minutos cuando te sea posible. 

Ahora bien, como enferma el enfoque es otro. Cada persona es un mundo y todos reaccionamos de manera diferente, pero por las personas que conozco, y mi propia historia, te puedo decir que, sobre todo al principio, sufrimos más por los que nos rodean que por nosotros mismos. Después, con el paso de los días, es cuando realmente empezamos a enfocamos en todo lo que nos viene por delante. Y si hay algo que puedo decir con certeza, es que necesitamos más que nunca de las personas que amamos (aunque no siempre lo digamos o demostremos; incluso aunque nos mostremos distantes). Son nuestros motores de lucha, nuestro alimento y nuestro bastón. Estamos más sensibles, irritables... hasta insoportables, a veces. Nos azota otra montaña rusa de emociones constante. En un mismo día puedes sentirte muy mal y luego notoriamente mejor. Estar, aparentemente, muy bien y dos horas más tarde sumido en el miedo, depresión o desesperación... y quizás, después de un súper abrazo de oso, diez minutos más tarde estar planeando qué harás cuando acabes la quimio. 

Como paciente hay varias cosas importantes a tener en cuenta, según mi parecer:
1.-  "Querer es poder" y "mientras hay vida, hay esperanza". Por terrible que suene tener cáncer, tienes que buscar la inmensa fuerza, que seguramente desconocías, que hay en ti. Lucha a capa y espada por la vida, te queda mucha guerra por dar. 
2.- La ilusión será tu salvavidas, no la pierdas. Habrán momentos en los que lo veas todo gris, incluso negro, negro azabache!, pero tienes que mantener la ilusión.... y cuando la pierdas, ¡reinvéntala! Estoy segura que tienes muchos sueños por cumplir. Hay muchas cosas que antes ni te habrían pasado por la cabeza y hoy las puedes ver con otros ojos. La vida son dos días, y tienes que vivirlos no dejar que simplemente transcurran. 
3.- Fuerza de voluntad. Muchos carecemos de ella, pero es primordial - como en todo - para salir adelante. Se constante en tus cuidados: hidrátate y aliméntate bien, usa protector solar y crema hidratante a diario, sigue las indicaciones de tus médicos. Mantente activ@. No todos pueden trabajar, depende del tratamiento que recibas... pero no te apoltrones en el sofá. Haz cosas que te enriquezcan mente, cuerpo y alma. Cuando te sientas bien, sal a dar un paseo (intenta que sea a diario, o casi), lee algún libro, oye música, ve alguna película o serie (en mi opinión intenta evitar las cosas deprimentes y busca cualquier cosa que te aúpe el ánimo) 
4.-  Alimentación: soy reiterativa, sí, pero es importantísimo. Pregúntale a tu médico qué dieta debes seguir, pues si bien todos debemos seguir una que sea sana y balanceada, según el tipo de cáncer que tengas te convendrá una alimentación u otra. Infórmate bien sobre qué alimentos te convienen y cuales no. Un alimento que me atrevo a adelantarte que deberás reducir a su mínima expresión es el azúcar. Éste es el combustible con el que se alimentan nuestras células... y el cáncer!
5.- No te encierres. Apóyate en la gente que quieres y te quiere. No te enfoques en quienes tengan reacciones que te resulten decepcionantes. Déjate querer y cuidar, y te llevarás gratas sorpresas. Aprenderás, sin darte cuenta, quién es quién y qué lugar ocupa cada uno en tu vida. Es en estos momentos en los que conocerás más de todo quien te rodea. 
6.- Vive cada día. Es un proceso largo en el que la incertidumbre prima por muchas razones. Aprende a vivir con ella y a enfocarte en todo lo positivo en cada momento. Es lo que te dará siempre fuerzas y te mantendrá arriba. No hagas grandes planes para dentro de 5 años... o sí, pero céntrate en hoy. Vive hoy y después mañana.
7.- Nunca dejes de sonreír, aún cuando estés triste o mal. Dibuja siempre una sonrisa en tu rostro, primero para ti mism@... y después para los demás. 

Dicho esto, me voy a despedir esperando ver a familiares, enfermos y a ti enseñándome los dientes. Hay muchas formas de ponerse el pañuelo, pero SIEMPRE debe ser con una sonrisa.  La vida es bella y no la debes dejar pasar como el agua entre tus dedos. 

Hay muchas formas de ponerse el pañuelo, pero SIEMPRE debe ser con una sonrisa



Buenas tardes y gracias por leerme. 

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