La vida puede darte un vuelco en un minuto, y cambiarlo todo
para siempre. Pero está en nosotros hacer que ese para siempre sea para mejor.
Las malas noticias, las heridas, el dolor, son – la mayoría de las veces – las
que nos hacen crecer, ser más fuertes si así lo deseamos.
Hace 4 meses mi vida dio un vuelco que no podría siquiera imaginar
ni en mis peores pesadillas y podría haberlo tomado muy mal, sentirme castigada
por la vida… pero eso habría sido un grave error, pues está siendo un momento “especial”
en el más amplio sentido de la palabra y toda una oportunidad de cambio, de
reinventarme y sacar mi mejor cara, lo mejor de mí y de quienes me rodean.
La vida es lo que cada uno de nosotros quiere que sea, por
lo que tanto los buenos como los malos momentos son siempre oportunidades de
éxito, mejora, recapacitación, reordenación… pero está en ti enfocarlo de esa
forma y hacer todo lo que puedas para que así sea.
El pasado mes de Julio cumplí 30 años y pasé el día de mi
cumpleaños recibiendo mi primera sesión de quimioterapia. Tengo cáncer mama y me fue
diagnosticado un mes después de que mi madre partiera por la misma
enfermedad. Podría decir que es terrible, porque lo es, pero a su vez te puedo
asegurar que, como he dicho antes, es una posibilidad que me está dando la vida
para reinventarme y sacar las fuerzas de donde pensé que ya no quedaban. El ser
humano es increíble, y aún bastante ignorante de la gran fuerza de su mente.
Me he decido por fin a abrir mi blog no sólo para contarte
mi experiencia, sino para demostrarte que si tu quieres, puedes… ¡siempre!
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